top of page

Libérate del estrés

El estrés es el gran enemigo del estudiante. La falta de organización y motivación y las presiones ante la familia o la competitividad entre compañeros son compañeros angustiantes, El primer paso antes de enfrentarte a un examen es vencerlos. Aquí tienes diez consejos para apartar esas sensaciones negativas.

​​​#1 Escucha Música Clásica

Una música melódica y suave crea el entorno adecuado para estimular el cerebro. Si necesitas estudiar con música, procura que sea de este estilo. En internet hay muchos canales que puedes aprovechar.

#2 Date un Paseo

Muchas investigaciones científicas han demostrado que realizar ejercicio moderado  estimulan la memoria y la energía del cerebro. Divide el estudio en dos sesiones y da un corto paseo de veinte minutos o media hora entre ambas.

#3 Planifica tu Rutina de Estudio

Puede Crear un calendario personalizado en el que que dispongas tus horas de estudio creará un hábito que te hará más fácil ponerte a estudiar y motivación al saber exáctamente qué has de hacer. Aquí te informa de alguna aplicación que te puede ser muy útil.

#4 Juega con tu Mascota y… ¡con los plásticos de burbujas!

Jugar con tu mascota puede ayudarte a concentrarte mejor y a calmarte en época de exámenes. En caso de que no tengas, escoge alguna actividad muy mecánica para aliviar la ansiedad como romper los plásticos de burbujas, usados para envolver materiales frágiles.

#5 Duerme lo Suficiente

Es un error creer que quitarle horas al sueño para estudiar va a mejorar nuestras notas. El sueño ayuda a que tu cerebro asimile la información y la introduzca en tu memoria a largo plazo para que así la puedas recordar cuando llegue el día del examen. Sin dormir las horas adecuadas, lo que hayas estudiado desaparecerá pronto.

#6 Usa Apps

Existen un montón de aplicaciones móviles diseñadas para ayudarte a mejorar la calidad de tu estudio. Ya sea para organizarte mejor, para mejorar tu aritmética o para aprender inglés, seguro que hay apps que te pueden ayudar. Una muy buena opción, con acceso a más de dos millones y medio de recursos creados por profesores y estudiantes de todo el mundo es GoConqr.

 

#7 Dedícale Tiempo a tu Mente

La meditación es un nmedio muy efectivo para plantarle cara al estrés. Dedica un tiempo a pensar que puedes vencer al estrés y lo conseguirás.

#8 Come Chocolate Negro

El chocolate negro con más de 70% de cacao lucha contra el cortisol, la hormona asociada con el estrés, y tiene un efecto relajante en el cuerpo. Además, el chocolate libera endorfinas que actúan como un reductor natural del estrés.

#9 Libérate de Todo

Algunas veces, necesitas hablar con alguien y, otras, necesitas gritar y liberarte de toda la presión que llevas dentro. ¡Descubre lo que necesitas y libérate! Hablar con un amigo o familiar puede ayudarte a ver las cosas de otra manera y a obtener el extra de energía que necesitas para superar el estrés.

#10 No a la Distracciones

Seguro que ni siquiera te das cuentas del número de veces que miras las redes sociales durante el día. Cuando sumas todas estas veces, acumulas una cantidad de tiempo considerable que malgastas durante tu día. Puede ser complicado aislarte de todo mientras estudias pero no olvides tu objetivo final.

 

https://w3.ual.es/Universidad/GabPrensa/controlexamenes/

 

Para preparar un examen

 

Como hemos aconsejado, para evitar el estrés debes fijarte unos hábitos de estudio y un  ritmo. Y ello ha de ser efectivo desdde el primer día. Has  de fijarte una velocidad de crucero, que se intensificará en épocas previas a los exámenes. Ello te permitirá enfocarlos sin angustias.


Si vas marcándote este ritmo, cuando llegue la semana de exámenes te darás cuenta de que los conocimientos ya están asimilados y sólo necesitas un repaso. Ello es así por tres razones:

 

1.- Los repasos frecuentes facilitan la comprensión y el aprendizaje. Cuanto más se dominenlos primeros contenidos, mejor se aprenderán los que les siguen.

2.- Si no repasamos con frecuencia, dada la fragilidad de nuestra memoria, olvidaremos fácilmente lo aprendido.

3.- En el último momento no se puede disponer de tiempo ni de tranquilidad para repasar todo lo que hemos dado durante varias semanas o incluso meses.


ANTES DEL EXAMEN

Programa adecuadamente los repasos cada cierto tiempo.

Elabora un esquema donde vayas escribiendo los datos fundamentales.

En fechas de exámenes debes dar al menos 2 repasos a la asignatura.

El penúltimo repaso llevará algunos días, dependiendo de la dificultad de la materia,

mientras que el último repaso se debe realizar en los dos días anteriores al examen.

Para conocer los datos sobre el examen  conviene preguntar a los profesore cuestiones

como las siguientes:

El tiempo de que se va a disponer.

El número de preguntas.

El tipo de respuesta que se espera.

La puntuación de cada pregunta.

El material que se puede llevar al ex

amen: diccionario, calculadora...

Los temas sobre los que se realiza el examen.

 

Debes tratar de pensar en positivo: he trabajado, me he esforzado, he preparado el examen con

rigor, probablemente apruebe,...

 

Si detectas que no has repasado lo suficiente a última hora, es preferible que el tiempo disponible lo distribuyas de forma que puedas revisar toda la materia que te queda, aunque sea superficialmente, antes que estudiar muy bien una parte y no ver nada del resto.

De esta forma siempre tendrás la posibilidad de contestar algo de cualquier pregunta,evitando tener que dejar alguna

pregunta totalmente en blanco.

El día anterior al examen hay que preparar todo el material que se va a necesitar: un par de bolígrafos (uno de ellos de repuesto), lápices, goma, sacapuntas, calculadora, juego de reglas y compás, etc. Hay que evitar sorpresas de última hora (la calculadora no funciona, el bolígrafo se ha terminado en mitad de la prueba, etc.) que aumenten el nerviosismo.

En la noche previa al examen es fundamental descansar. No se debe "robar" ni una sola hora al sueño ya que el cansancio puede ser un enem

igo terrible durante el examen. Aunque puedas pensar que con un par de horas más aumentan sus probabilidades de aprobado, el efecto es justamente el contrario: una hora menos de sueño conlleva ir menos fresco, con la cabeza cargada, lo que dificultará nuestro rendimiento.

El día del examen no se debe repasar nada, como mucho mirar por encima las fichas resúmenes con los esquemas de las distintas lecciones.

DURANTE EL EXAMEN

Cuando comienza la prueba lo primero que se debe hacer es leer atentamente todas las preguntas y prestar atención a las instrucciones del profesor. En caso de dudas hay que preguntarlas inmediatamente al profesor.

Es preferible empezar a responder por aquellas preguntas que se dominan; al dejarlas resueltas contribuirá a aumentar nuestra confianza. Se continuará por aquellas otras que se dominan algo menos y se dejarán para el final las que resulten más complicadas.

 

En las respuestas conviene ser precisos , destacando las ideas principales y dando los detalles necesarios: hay que demostrar que se domina la

materia. No se debe divagar, escribir aspectos que no se preguntan,decir obviedades, dar información de escaso interés...

Hay que evitar dejar alguna pregunta en blanco . Siempre se podrá contestar algo a partir de datos generales del tema o se podrá relacionar con otros epígrafes que se conocen. Si aun así no se sabe qué decir no habrá más remedio que dejarla sin contestar.

Hay que mirar el reloj para controlar el tiempoH y distribuirlontre el número de preguntas para ver cuanto se puede dedicar a cada una. Si en alguna de ellas uno se atasca es mejor desistir y pasar a la siguiente; si al final sobra tiempo se podrá volver sobre ella.

Si al final falta tiempo para desarrollar correctamente alguna pregunta, conviene al menos señalar los puntos principales. Los últimos cinco minutos hay que reservarlos para repasar el examen antes de entregarlo (completar algo, corregir algún dato erróneo o alguna falta de ortografía, etc.).

En los exámenes, además del fondo, es fundamental una buena presentación: proyecta una imagen de organización y seriedad, mi entras que una mala presentación transmite sensación de caos e improvisación. Taqmbién es necesaria una letra clara. el profesor que ha de entregar una nota no va a perder el tiempo con exámenes ilegibles.

-

No se pueden cometer faltas de ortografía. Si se duda de cómo se escribe una palabra es preferible utilizar algún sinónimo.

-

DESPUÉS DEL EXAMEN

 

Una vez que finalice el examen, no has recibido permiso para olvidar lo que estudiaste (¿dónde es tá escrito eso?). La reflexión sobre los propios fallos sirve para marcarnos nuevas metas: si somos autocríticos, si no nos limitamos a echarle la culpa a los profesores, a la dificultad de la asignatura, a nuestros hermanos o compañeros que nos distraen, etc., podemos transformar los errores en éxitos.

Cuando recibas el examen corregido no te fijes sólo en la nota, observa con detenimiento los errores. Aprende de tus fallos y analiza sus causas y planifica las actividades necesarias para corregirlos.

Pregunta al profesor todo lo que no entiendas.

El examen es un toque de atención sobre tus fallos y te informa para que puedas corregirlos en el futuro.

Si no estás contento con tus notas, realiza un Plan Personal de Mejora, como el que propongo a continuación:

 

1. Mi mayor dificultad a la hora de preparar los exámenes es:

2. Para corregirla me propongo:

3. A la hora de hacer el examen tengo dificultades en:

4. Para corregirlas me propongo.

https://w3.ual.es/Universidad/GabPrensa/controlexamenes/

CÓMO AFRONTAR LA ANSIEDAD EN LOS EXÁMENES

https://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/14338251/Ansiedad-ante-los-examenes-Como-afrontarlo.html

Miscelania de consejos​

81. Acude con todo el material necesario.

2. Antes del examen dedica unos minutos a relajarte: respira hondo, cierra los ojos... Te ayudará a controlar los nervios naturales del comienzo del examen.

83. Escucha siempre las indicaciones del profesor, antes y durante el examen. Son importantes.

84. Da un vistazo general al examen para organizarte el tiempo.

85. Distribúyete el tiempo y las preguntas.

86. Si ves alguna pregunta que no sabes, no te pongas nervioso. Déjala para el final.

86. Haz primero las preguntas que te sepas mejor.

87. Es importante tener en cuenta qué tipo de examen vas a tener (desarrollo, tipo test...) y qué quiere el profesor (concisión, claridad...)

89. Lee detenidamente las preguntas para saber exactamente lo que te piden.

90. Recuerda destacar en tu examen aquello que el profesor ha destacado en clase.

91. Responde a la pregunta. No te vayas del tema.

92. Para hacer exámenes de desarrollo: haz un esquema de los puntos que quieras tratar en un hoja aparte.

93. No respondas como un telegrama, ni tampoco desarrolles demasiado.

94. Repasa todo el examen antes de entregarlo, fijándote en faltas de ortografía, omisiones, redacción. Tan importante es saber como parecer que sabes y esto los profesores lo tienen en cuenta a la hora de puntuar.

95. Mira al reverso por si hay más preguntas. No serías el primero que con las prisas y nervios, deja sin responder una pregunta que sabe, simplemente porque no la ha visto.

96. Cuida la limpieza, la letra y la presentación. Es fundamental que el profesor te entienda.

Y SI, DESPUÉS DE TODO, SUSPENDO

98. Tranquilo, de los fracasos también se aprende. Reflexiona e intenta encontrar las razones de porqué ha sucedido.

99. Si han sido los nervios los que te han jugado una mala pasada, ya sabes, práctica técnicas de relajación y deja a un lado las bebidas excitantes.

100. Si el motivo del suspenso ha sido que no estudiaste lo suficiente o de la manera adecuada, planifícate mejor y empieza a estudiar desde ya para los próximos exámenes. Ten en cuenta en qué has fallado, para no volver a hacerlo y echa mano de estos consejos cuando te despistes.

Puedes encontrar más información sobre Técnicas de Estudio y consejos de estudiantes para aprobar con nota en el número 3 de Y AHORA QUÉ.




 

Aprende cómo repasar para un examen


Como bien sabes, uno de los procedimientos que utilizamos para grabar datos en nuestra memoria es a través de la repetición, pero éstas repeticiones pueden ser mucho más efectivas si las hacemos a lo largo del tiempo, realizando repasos periódicos a lo largo de varios días. De esta manera la información irá asentándose en nuestra memoria de manera más eficaz y podremos recordarla con mayor claridad y exactitud. Por ello, resulta de gran importancia planificar los exámenes con tiempo, reservando días para los repasos.

 

¿Cómo repasar para un examen?

 

– Si el contenido es escaso o fácil, quizá solamente necesites uno o dos días para el repaso, que generalmente te aconsejamos que sean los días previos al examen. Cuenta con ellos a la hora de planificar tus sesiones de estudio.

– Si por el contrario, el contenido es amplio o de mayor dificultad, es probable que necesites más de dos días previos al examen para el repaso, e incluso tengas que intercalar días de repaso con tus sesiones de estudio en las que avances en la materia. Puedes ver un ejemplo gráfico a continuación:

 

Además de la planificación de repasos, hay otro aspecto que has de tener en cuenta, que son las autoevaluaciones. Las autoevaluaciones son ejercicios que se realizan para comprobar la eficacia de tu método de estudio y el aprovechamiento del tiempo que le dedicas. De esta forma sabrás cómo de bien, mal o regular llevas preparado tu examen. 

A la hora de autoevaluar tus conocimientos, lo primero que tienes que tener en cuenta es el tipo de prueba o examen al que te enfrentarás, y  a partir de ahí, idear las estrategias necesarias para poner a prueba tus capacidades.

Para ello es necesario que te anticipes a la prueba y la practiques previamente. A continuación te vamos a dar algunos ejemplos de estrategias de autoevaluación.

Todas estas técnicas de autoevaluación se han de realizar al finalizar la sesión de estudio diaria y sin consultar el contenido.

 

– Elabora posibles preguntas del examen y realízalas.

– Elabora exámenes de años anteriores.

– Repite actividades o tareas sin la ayuda del material o personas de apoyo. Finalmente coteja los resultados.

– Repite lecciones en voz alta.

– Escribe la lección ó partes de la lección, una vez aprendida.

– Realiza autoexplicaciones simulando que eres el profesor. Apóyate en materiales como papel y boli, pizarras, ordenador, o cualquier otro recurso que se adapte al tipo de prueba o examen.

-Busca ejercicios autoevaluativos en internet.Cómo estudiar en un día

Técnicas para elaborar líneas temporales

 

En este post te vamos a enseñar dos técnicas de estudio muy útiles: líneas temporales y secuencias para estudiar y ordenar datos.

 

A la hora de estudiar, es imprescindible que organices la información para que ésta se integre con sentido en tu memoria, y de esta forma se produzca un aprendizaje significativo, es decir, un aprendizaje basado en la lógica, la comprensión y el razonamiento. Cuando aprendes estimulando estas áreas, el aprendizaje es de mayor calidad.


Para que se produzca este aprendizaje tan efectivo, es necesario dedicar tiempo a trabajar la comprensión del texto, para deducir cuál es su estructura (partes en las que se divide o temas que trata) y saber localizar todo el repertorio de ideas relevantes que contiene en sí mismo.

 

Una vez que ya has realizado esto, lo ideal es que puedas elaborar alguna técnica de síntesis para seguir trabajando la comprensión, la asociación y relación de ideas que te transmite el texto. Como técnicas de síntesis puedes emplear varias: esquemas, cuadros comparativos, lineas temporales, secuencias, etc.

La línea temporal es una técnica muy eficaz que se emplea para representar gráficamente fechas, eventos históricos o el transcurso de acontecimientos temporales.

 

Te recomendamos usarla en asignaturas de historia o temas de evolución histórica en los que te aparezcan fechas.

 

Sirve para tener más claro el transcurso de los acontecimientos a lo largo del tiempo en el que se van produciendo.

En ocasiones aparecen diferentes fechas repartidas por el temario y puede resultar de gran ayuda que las representes gráficamente en orden cronológico, para tener un soporte visual que te permita situarte y entender la evolución o transcurso de los datos a los que hace referencia cada fecha.

Elaborar una línea temporal es muy sencillo, tan solo tienes que seguir los siguientes pasos:

 

1. Haz una recopilación de todas la fechas que te aparezcan, con el dato histórico al que hagan referencia.

2. Ordénalas cronológicamente.

 

Ejemplo:

 

Algunos eventos importantes del siglo XX.

1914 – Primera Guerra Mundial.

1917 . Revolución Rusa.

1936 – Guerra Civil Española.

1945 – Segunda Guerra Mundial.

1961 – Primer hombre viaja al espacio.

1980 – Fin Guerra Fría.

1994 – Se crea Internet.

3. Representa gráficamente cada fecha a lo largo de una línea, de manera semejante al ejemplo.

Cómo estudiar

A la hora de comenzar tu sesión de estudio, ya sea para preparar un examen o para la realización de tareas o trabajos, resulta interesante que aprendas a estructurar el trabajo de cada día. Para ello, te vamos a enseñar un método muy sencillo, en el que tienes que seguir los siguientes pasos para saber cómo estudiar:

Cómo estudiar paso a paso una asignatura:

 

Inicio de la sesión.

Planificación:

 

1. Prepara el lugar de estudio y todos los materiales que necesitarás para trabajar.

2. Establece el orden en el que trabajarás. Clasifica las tareas por nivel de dificultad

1º Tareas de dificultad media.

2º Tareas de mayor dificultad.

3º Tareas de dificultad baja.

¿Porqué este orden?

Tu cerebro, como cualquier otro músculo del cuerpo, necesita un calentamiento antes de someterse a un esfuerzo mayor. Por ello, es necesario que comiences “calentando”, realizando en primer lugar aquella tarea o tareas que no te resulten ni demasiado fáciles ni demasiado difíciles. Con ello, lograrás alcanzar el grado de concentración que necesitas para realizar la tarea de mayor dificultad. Finaliza siempre con la/s tarea/s de menor dificultad, pues ya estarás más cansado y te costará más concentrarte y mantener la atención.

No es buena idea que dejes las tareas más difíciles para el último lugar, pues el cansancio dificultará aún más el esfuerzo que tu cerebro tiene que dedicar a dicha tarea.

– 3. Calcula el tiempo aproximado que tardarás en realizar cada tarea, para poder organizar el tiempo de estudio y programar los descansos correctamente.

Durante el estudio de cada asignatura. 

1. Repasa brevemente lo anterior para coger el hilo del estudio.

2. Realiza la tarea o tareas previstas para cada día.

3. Repasa la tarea o tareas una vez finalizadas y si dispones de tiempo, haz pequeñas autoevaluaciones (ver aquí cómo autoevaluarse).

 

Después de la sesión de estudio. El repaso:

 

Cuando finalices tu sesión de estudio, deja transcurrir un tiempo de al menos una hora, para después, realizar un breve repaso de lo trabajado. De esta forma, podrás comprobar cómo de efectiva ha sido tu sesión de estudio y  en qué grado has comprendido  y retenido la información de lo estudiado.

 

Ha llegado el gran día en que debes realizar ese examen tan importante por el que te has estado preparando tanto. Después de semanas o incluso meses de intenso estudio, hoy es el día en que debes reflejar todo lo que has aprendido y lograr el objetivo de aprobar. Sin embargo, para muchas personas este momento de estrés puede tornarse en una pesadilla: se quedan en blanco, les tiembla el pulso, empiezan a sudar, se olvidan de las respuestas... y todo el esfuerzo puede irse al traste.

El estrés psicológico es normal en estos momentos, pero puede llegar a jugar en nuestra contra si no aprendemos a gestionarlo. Si durante un examen estamos demasiado alterados, no seremos capaces de razonar y recordar datos con la misma precisión que cuando estamos serenos y calmados. Para evitar estas situaciones de nervios antes de un examen (o para por lo menos aprender a controlar estas situaciones), hoy vamos a conocer cinco trucos para llegar psicológicamente preparados a la prueba.

1. El día antes del examen

 

El día anterior a la prueba, lo ideal es no abrir ningún libro. No debes estudiar: simplemente dedícate a otras actividades que permitan que tu mente se relaje. Intentar estudiar el día antes del examen puede conducirte a aumentar la tensión que sientes, y tu cerebro no está preparado para empaparse de conocimiento bajo esas circunstancias.

En cuanto a los minutos antes de la prueba, el consejo va por la misma línea: aunque es frecuente que veas a todos los estudiantes repasando a última hora sus notas y apuntes mientras esperan que se inicie formalmente la prueba, muchos de ellos no son conscientes que esto solo les reporta un estado de ansiedad mayor. 

Además, es altamente probable que no puedas aprender nada nuevo en esos cinco o diez minutos de repaso: piensa que tu preparación ha de haber empezado semanas y hasta meses atrás, y todos los conocimientos e información que has ido adquiriendo están bien consolidados en tu cerebro.

2. Sé puntual

 

No te olvides de la importancia de ser puntual, y más en este día de examen. Si llegas al centro temprano, tendrás un tiempo extra para preparar tus herramientas, y en caso de que surja algún imprevisto tendrás margen de maniobra y podrás solventarlo. En caso de que llegues tarde al centro, tu sensación de nervios aumentará, desde el momento en que sales estresado de casa viendo que vas con el tiempo justo, pasando por el instante en que llegues al centro con prisas: esto repercutirá negativamente en tu estado mental durante el examen. Además, ten en cuenta que en la mayoría de facultades e instituciones donde vas a examinarte, llegar tarde a la prueba puede ser motivo suficiente para que te suspendan directamente.

Por tanto, calcula bien los tiempos (piensa que puede haber imprevistos de todo tipo) y así podrás organizarte mejor para llegar al centro con un margen de tiempo suficiente que te permita estar tranquilo.

3. Hablar con otros alumnos: cuidado

 

Durante la espera previa al examen, hay dos tipos de personas: las que se recluyen en sí mismas para meditar o repasar sumariamente algunos apuntes, y las que empiezan a preguntar a los demás y a mostrarse inusualmente comunicativas. Aquí debes hacer una autorreflexión y decidir cuál es la estrategia que es mejor para ti.

Si por ejemplo eres una persona un pelín obsesiva y tiendes a ponerte nervioso antes de un examen porque tus pensamientos te secuestran, quizá te convenga entablar algunas conversaciones cordiales con otros alumnos en torno al examen que estáis a punto de hacer: eso puede ayudarte a quitarte los nervios de encima y entrar al aula con la mente más despejada. Por el contrario, si has notado que empezar a hablar con los demás alumnos antes del examen te sumerge en un mayor grado de tensión (no es infrecuente que habléis sobre temas que van a salir en el examen, e igual te da la sensación de que vas menos preparado de lo que creías), plantéate tomar la estrategia contraria y recluirte más en ti mismo/a, intentando focalizar tu mente en un estado óptimo. Lo ideal es que, sigas una u otra estrategia, trates de estar tranquilo y huyas de las fuentes de estrés.

4. Piensa sobre dónde vas a ir después del examen

Después de entregar el examen terminado, notarás una sensación de relajación y alivio: la suerte está echada. Si piensas en algo satisfactorio para hacer cuando hayas salido del centro, tu cerebro relativizará la importancia del examen y esto te ayudará a que tus nervios se disipen. De este modo, te será más sencillo responder las preguntas de la prueba más tranquilamente y la ansiedad no te bloqueará.

5. La importancia de pensar en positivo

 

Para todas las facetas tu vida en general y para preparar exámenes en particular, es esencial que pienses en positivo. Si te enfocas hacia el logro y trabajas lo necesario para aprobar ese examen al que tanto temes, estarás cimentando tus posibilidades de éxito. La mente tiene un gran poder en la consecución de nuestros objetivos. Confía en tus opciones, estudia lo necesario y así llegarás al examen mucho más calmado y enfocado hacia el éxito.

n esta entrada vamos a abordar un tema muy importante, la lectura de comprensión en el estudio.

Uno de los pilares principales en el estudio es la lectura, y para que ésta lectura sea efectiva, tiene que ser comprensiva, es decir, hemos de entender lo que leemos y conseguir tener una visión general de las ideas que transmite cada frase, párrafo y texto al completo. En esta entrada te vamos a enseñar técnicas para que sepas cómo leer comprendiendo.

Cuando leemos y no comprendemos, tendemos a retroceder y volver a leer lo que hayamos leído hasta ese punto. Pero hay otras ocasiones en las que se hace caso omiso a la comprensión y se continua con la lectura, procediendo a estudiar a través de la repetición sistemática del contenido, sin comprenderlo correctamente. Esto último es un gran error.

Pautas para la lectura de comprensión en el estudio.

– Entiende el significado de todas las palabras. Porque si hay alguna palabra de la que desconoces su significado, si ésta aparece en varias ocasiones a lo largo del texto, no lograrás entender las frases y párrafos en las que aparezca y por consiguiente las ideas que transmita el texto. Con lo cual, utiliza el diccionario.

– Razona todo lo que leas. Una lectura activa, en la que reflexiones y vayas hilando y relacionado aspectos, te ayudará a comprender mejor.

– Asocia el contenido nuevo de lo que lees con lo que ya sabes al respecto del tema que estés abordando. Si no tienes mucho conocimiento sobre el mismo, investiga en Internet, libros, etc.

– Visualiza. Intenta crear imágenes mentales de todo aquello que leas. Para ello realiza estas tres acciones:

– Presta mucha atención a las imágenes que acompañan al texto, no las pases por alto.

– Si no tienes imágenes, búscalas en Internet, libros, etc.

– Si el contenido es abstracto, crea tus propias imágenes, a través de esquemas, mapas mentales, mapas conceptuales, gráficos, etc.

Es muy importante que cuando finalices la lectura, seas capaz de explicar con tus propias palabras lo que has leído. Por ello, cuando termines tu lectura, pregúntate a ti mismo ¿qué he leído? e intenta hacer un breve resumen personal. Así, es como te darás cuenta de si realmente has comprendido correctamente.

Si no comprendes correctamente, la tarea de memorización será ardua, lenta e ineficaz, llevándote a cometer errores cuando quieras recuperar la información posteriormente.

Sigue estas pautas de lectura de comprensión para el estudio y verás como mejora tu capacidad para aprender y asimilar nuevos conocimientos cuando estudias.

bottom of page