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El método EPLER es un sencillo y efectivo programa de estudio que sigue cinco pasos, de cuyas iniciales toma su nombre:
exploración, preguntas, lectura, exposición y revisión.
Exploración o Prelectura
Sirve para dar una visión de conjunto. No se trata de asimilar ni recordar, sino en dirigirse desde el todo hasta las partes.
Se trata, pues, de un vistazo de reconocimiento. Con ello ganaremos tiempo al adquirir una visión global de todo el material.
En esta prelectura hay que prestar atención a:
· los títulos
· los subtítulos
· el índice
· la disposición de los párrafos
· la longitud de los párrafos
· el uso de la negrita o la cursiva
· los esquemas o recuadros
· las ilustraciones
· las acotaciones
· la información sobre el autor en
la solapa
· la información en la contraportada
· las notas a pie de página.
Al mismo tiempo, este trabajo preliminar permitirá acopiar los elementos, materiales complementarios y los libros de consulta que pueden necesitarse. Conviene también apreciar si se trata de un tema nuevo, o es continuación de otro ya estudiado.
Este trabajo debe de realizarse en pocos minutos, los suficientes para hacerse una idea del terreno que se va a explorar de forma ágil con el fin de localizar los conceptos e ideas fundamentales y las áreas de dificultad.
Es la ocasión para identificar las palabras desconocidas, así como los conocimientos que se dan por sabidos y, en principio, se tienen dudas sobre ellos. Hay que ir anotando unas y otros en un papel, para aclararlos luego. Esto es muy importante puesto que cada autor basa su exposición en unos conocimientos previos que supone en posesión del lector, y si éste no los posee, difícilmente entenderá lo que le están explicando. Así que hay que revisarlos.
Si hay algo que no se entiende, conviene dejar al margen una señal a lápiz, por ejemplo, un signo de interrogación.
Preguntas
En esta fase nos planteamos una serie de preguntas acerca del texto que sería necesario saber responder después de la lectura.
Desde que se lee el título del capítulo o tema ya nos podemos preguntar de qué va a hablar su contenido.
Lo beneficioso de las preguntas es que proporcionan objetivos inmediatos para investigar, más allá de una idea general de lo que se va a percibir al leer toda la obra. También facilitan concentrar la atención en lo que se lee.
Las preguntas pueden ser del tipo: ¿Cuál es la tesis? ¿Cuál es la conclusión? ¿Cuáles son los argumentos? ¿Cuáles son los pros y los contras?
Exposición
El cuarto paso del método EPLER consiste en hablar para escribir o exponer los temas leídos.
Es es buena estrategia subrayar los puntos importantes para guardar el tema en la memoria, Al terminar la exposición, será conveniente volver a pensar en los puntos importantes para comprobar que se recuerdan suficientes detalles del tema.
En esta etapa de exposición también se pueden contestar las preguntas que planteadas anteriormente, y si es necesario pueden formularse otras preguntas más específicas o concretas sobre el texto y su contenido.
Es aconsejable hacerlo de forma oral -será la prueba de que dominemos el tema: podemos hablar de él- y también por escrito -el material se podrá utilizar más adelante-.
Esta es una etapa a menudo descuidada, y sin embargo crucial, porque como decía Sherlock Holmes: "no hay nada que aclare tanto un caso como el exponérselo a otra persona..."
Lectura
Conocida ya la extensión del texto y su grado de dificultad, se pasará a la fase de lectura, para buscar el significado de lo que se lee. Es en esta sesión donde se ha de introducir el subrayado, las notas al margen, etc.
Esta es también la fase de la comprensión. Todo lo realizado previamente ha tenido como objeto dotarse de los medios e informaciones necesarios para comprender. donde van a encontrarse las dificultades.
La lectura debe ser profunda, pero sin perder de vista que el objetivo en esta fase es entender, así que no te detengas en lo que ya tengas claro. Presta especial atención a los comienzos de los capítulos y apartados, porque ahí suelen plantearse las ideas clave. También a los finales, donde es frecuente que figuren síntesis y conclusiones.
Revisión y repetición
La revisión consiste en hacer un repaso del material leído, días después del trabajo realizado, con la mente descansada. Aquí, es donde se han de introducir los esquemas y resúmenes.
Esta fase consiste en realizar un último esfuerzo para aclarar esos puntos oscuros que han quedado pendientes tras la segunda lectura. Como ya el tema estará muy trabajado, las dudas que queden serán muy concretas y podremos dedicarnos a ellas con más profundidad.
Es un paso imprescindible para retener lo aprendido y no olvidarlo. Una buena estrategia es releer el tema y recitarlo. después comprobaremos con el texto si hemos acertado.momentos óptimos para repasar.
En la programación de repasos debe hacerse uno al día siguiente de haber estudiado el tema y algunos intermedios a los tres dias y después semanalmente. Relaciona estos repasos con los nuevos temas que van apareciendo en clase.
a) Repasos intermedios: se trata de releer las síntesis y los libros, de utilizar el material para evitar el olvido. Los momentos claves ideales son:
— a los 3 días del repaso inicial
— a la semana del anterior
— semanalmente hasta saberlo bien
— mensualmente una vez sabido.
Repasa buscando un conocimiento global, relacionando lo sabido con cosas nuevas.
b) Repasos finales: Cuando se acerca el examen hemos de repasar en profundidad lo aprendido cuantas más veces mejor. Para ello, recite lo estudiado, compruebe su exactitud y relea, escriba, dibuje, etc. lo no sabido.
De cara al éxito en el examen hay 3 puntos fundamentales: comprensión de la materia, sintesis de la misma y repasos; si estudias con verdadero interés, entiendes perfectamente (lo explicas con tus palabras) lo que estudias, lo sintetizas (asociando lógicamente las ideas) y lo repites en voz alta, conseguirás un conocimiento perfecto de los temas.